------------------------
---------------------



Nescit vox missa reverti

(La palabra pronunciada no sabe regresar)

"Horacio"

©El grito de printova. PROTECCIÓN DE DERECHOS DE AUTOR.

©El grito de printova. PROTECCIÓN DE DERECHOS DE AUTOR.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.


PRINTOVA GUERRERA


EL RENACER


Yo la maté, era frágil y vulnerable. No supo defenderse de mis reproches, la herí de muerte con palabras punzantes y en su último destello antes de apagarse me susurró: "Quizás sea mejor así".
Cerró los ojos y desapareció.


Había matado a Printova.


Ahora, de entre las cenizas, como el ave fénix, fortalecida, con caparazón de hierro, portando una espada y sin tinieblas, renazco yo... La nueva Printova.


Un nuevo camino se abre.
Diferente.
Donde ya no estás.


BAJO EL ÁRBOL

Donde estén las palabras que escribiste, no me importa, hoy las musas que me acompañan no te recuerdan.

Miro el horizonte, y se me antoja distinto, el brillo es menor pero su intensidad quiero creer que es más grande, ya no te reflejas, mejor, no puedo permitirme que nubles el paisaje creado.

Extiendo los brazos, intentado abarcar todo cuanto en mis ojos aprecio. Respiro y mis pulmones agradecen ese aire limpio, no huele a ti, ni lo deseo.

Echo ha andar hacia mi cabaña nueva, viviendo cada paso, sintiendo la frescura de esa hierba mojada bajo mis pies, quizás hasta hoy no lo había notado, pero esta sensación es distinta, y deseo llenarme con este momento, retenerlo, porque es mío, sólo mío. Y no voy a compartirlo con tu recuerdo.

Traigo las manos manchadas, enterré cuanto eras, bajo el árbol que cuidabas, es lo último que por ti haré.


Y rasgo tus ataduras
alzando mi grito
en las inmensas llanuras
que hoy descubro.
Desafiando el rastro
que dejó tu huella.
Borraré tus miedos,
impondré mi voz.
Se acabó.
Ahora llego yo.
Con la furia,
de mis letras
y el coraje que faltó.



MI CIMA

He visto las colinas desangrarse, aullando en sus entrañas los daños colaterales. Camino sobre su ladera empedrada, distinguiendo los primeros rayos de sol que comienzan a extenderse. No recuerdo cuando salí, más llevo horas andando, pero no estoy cansada. Tan metida en mis pensamientos anduve y no advertí que la cima estaba a tan sólo unos metros. Desde hoy escribiré sobre ella, creo que la vida tiene otro sentido aquí, en esta cúspide donde el eco es mi único compañero y el silencio mi aliado.

Más allá, bajo esta cumbre, las quimeras pacen sobre mares de muchedumbre… Y no voy ha mezclarme en sus turbulentas aguas, pero si puedo hacer que no me salpiquen.



Tras el ocaso
la noche extiende su mano,
rellenando los rincones
de ceguera que agradezco.
Será el momento adecuado.
Mentiras y odio,
destruiré con tiento.
Mi batalla comenzó,
implacable ante culpables
Ni perdón
ni piedad,
de la espada que porto saldrá,
no cruces la línea
que separa el bien del mal,
quédate en un extremo,
pues si te unes al resto,
sin dudarlo
tú caerás.




LA FURIA


No la oí llegar,
noté su presencia
y el olor a mal.

Con semblante muerto
cruzó en el camino
al trote nocturno
de sordos gemidos.

Mirada de hielo
acero en su pecho
alma de titanio
corazón de fuego.

Sus ojos traspasan
mil dagas al paso,
lanzando venganza
a cuanto en su lado
osan el cerrarlo.

Se lleva las almas
en cuerpos vacíos,
soldados de necios
vasallos en hileras.

La furia me alcanza,
y esquivo maltrecha
toda la embestida.

Sus labios me dejan
palabras que desangran.

“Volveré mañana
cuando la ira arroje
en ti su guadaña”.



PERDURARÉ



Deséame la victoria
aunque en la lucha
me venzan.
Miénteme cuando yo caiga
y dí que gané esta guerra.
Sólo así seré recuerdo
tras caer en la batalla,
que mi derrota se sienta
y la gloria se estremezca.

Tendrá sentido la muerte
cuando pronuncies mi nombre,
si arranco tu último llanto
el día en que no regrese.

Perduraré sobre el tiempo,
y en tu aliento viviré.
Pues polvo sólo es el olvido,
y aire lo que yo seré.