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Nescit vox missa reverti

(La palabra pronunciada no sabe regresar)

"Horacio"

©El grito de printova. PROTECCIÓN DE DERECHOS DE AUTOR.

©El grito de printova. PROTECCIÓN DE DERECHOS DE AUTOR.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.


jueves, 29 de abril de 2010

"PREMIO PRINCESA"




He recibido de mi querida amiga Tessa, este premio tan bonito. ¡Jo, gracias por coronarme! Aunque no creo que merezca tal distinción, ofrecer audiencias nunca se me dio bien, je, je. Pero antes de recibir tan preciado galardón, debo cumplir con el protocolo real.

1º Darle las gracias a quien lo otorgó:
A
mi entrañable y admirable amiga Tessa, una escritora encantadora. Les invito a conocer su blog, escribe con una dulzura extraordinaria.
http://estrofasdelavida.blogspot.com/

2º Decir el autor que te encanta:
Uf!!! Difícil,
MiánRos, Ken Follett, Katherine Neville, Dan Brown, Isabel Allende, Miguel Delibes, Juan Goytisolo, Antonio Machado, Miguel Hernández, Ramón J. Sender, Gabriel García Márquez…

3º Nombrar el autor que más detestas:
No puedo, nadie que escriba se le puede detestar ni juzgar su escritura.


4º El librito que más te encanta:
“El Principito”.

5º Que te emociona siempre:
Dar amor y recibirlo.

6º Algo que odies:
La prepotencia, la soberbia, la injusticia, la maldad y la mentira.

7º Pasar el premio a siete blogs:


Un Besote a todas de Printova.

martes, 27 de abril de 2010

DEPRESIÓN

Una persona anónima me pidió que dedicara una poesía a la “Depresión”. Un tema delicado amig@, pensé en aquel momento.
Tras aquella petición aquí está y espero haber alcanzado una mínima parte de aquello que esperabas encontrar en ella.
Allí donde te halles y seas mujer u hombre, sólo espero que no te encuentres en un abismo como éste. Un beso amig@.




Sólo el eco de su voz,
prófugo de matices negros
llenan las palabras que olvidó.

Y el laberinto crece,
ahogando con ramas los pasillos
que le llevan a la luz del desahogo.

Cada pisada fría y sin sentido,
cada esquina un nuevo miedo que añadir,
no hay causa,
caminar y no encontrarse así mismo.

¿Dónde quedaron los días de regocijo?
son baldes de agua helada al despertar,
hachazos de risas secas apretando su realidad.

Quimeras entrecruzadas abordan su cielo,
buscando un rayo de Sol que salga al encuentro,
fallido, siempre errado.

No hay mano que tire de él,
ni le ayude a armar el puzzle,
asfixiado entre sus gritos,
reniega de lo que quiere.

La voz… es débil,
su andar… pesado,
la vida… un pozo,
grande, hondo,
tan profundo y negro
como lo son sus llantos.

viernes, 23 de abril de 2010

CARMEN




CARMEN

Estrecharé el silencio para escucharte,
entre recuerdos quietos más no ausentes.
Sonidos que me acercan palabras tuyas,
cómplices de mujeres que fueron niñas.

Te añoro en esta distancia
que quema el alma,
recuerdos de nuestras risas
y mis trastadas.

Huiste enamorada
embriaga en dicha,
cual más bella mariposa
que ha cielo escapa.

Esculpiste tus sueños
junto al ser amado,
forjasteis la vida
volando alto.
Hoy reposas la fuerza
y echas el ancla,
varada en la playa
de la nostalgia

El vientre grita por dentro,
ecos de lo más grande,
lo más perfecto y bello
que has creado.

Al corazón le caben,
océanos de risas,
mares de llantos.
Al alma los recuerdos
y amor de madre.

Ya no serás más tú,
serás su ángel,
quien lama sus heridas
y el miedo apagues.

Carmen,
dejaste de ser niña
cuando marchaste.
Y vives la aventura
del amor más grande.

Serás la mejor madre
cuando la vida estalle
y tu le abraces.
Recuerda bien mis frases…
…desde ese mismo instante,
ya no respirarás por ti, serás su aire.




No olvides que aún en la distancia, te llevo en mi corazón.

Con cariño de Printova a mi hermana Carmen.

miércoles, 21 de abril de 2010

VOLVÍ

Soltó el bolígrafo de entre sus dedos y rompió el poema en varios trozos que lanzó con pena al suelo. Había vivido tantas veces la misma historia, que ya no se distinguía que pedazos habían caído en ese instante y cuales morían ya de olvido entre aquellos montones que poblaban la habitación. ¡Cuántas veces las mismas líneas! Aquellas que nunca llegarían a ver la luz, las que tantas veces escribió pero nunca escaparon de sus labios.
Y de nuevo, la mirada ausente, perdida, recordando el primer día que la vio, tras aquellos jazmines del parque. Era un ángel, un ser de belleza indescriptible, sublime, vestida de dulzura y calidez.
Amó en silencio aquel instante, abrazando el aroma del tiempo que estuvo contemplándola. El cobijo de aquel árbol refugió su timidez. Dejó volar su deseo y soñó recitarla versos llenos de amor.
Desde entonces cada día, el mismo sitio, la misma hora.
Deslizó sus manos y cogió el bolígrafo, fugazmente buscó una hoja en blanco, el pulso le tembló al recordarla y dibujó entre sueños su sonrisa. Comenzó a escribir...

MI ÁNGEL

Volví ha pedirle al aire
que posara un beso en ti,
rozara tu cabello
y su aroma me trajera.

Volví y susurré al ruiseñor
que cantara por mi amor
trinos suaves y profundos
albergando mi dolor.

Volví ha dejarte la rosa
que recoges con pasión,
mimas y besas
acercándola al corazón.

Volví a embriagarme de ti
a perderme en tu rostro
en tus labios,
en los pétalos de tus manos.

Volví ha buscar tu mirada
azul, cristalina.
volando perdida.

Volví por ti,
mi alado ángel
volví a soñarte
volví a llorarte.

Volveré mañana a verte
Y volveré ha escribirte
que regresé a nuestro parque
y allí mi amor... algún día quererte.

Soltó el bolígrafo de entre sus dedos y rompió el poema en varios trozos.

jueves, 15 de abril de 2010

LA DAMA Y EL MARINERO

LA DAMA Y EL MARINERO

Brillaba su mirada bajo el cielo,
caminaba en silencio,
la acariciaba el viento.
Fue hundiendo sus pisadas en la arena,
chocando las olas muertas,
sobre su piel morena.

Mira la fina línea
que separa el cielo y mar.
Marinero que marchaste
y olvidaste regresar.
La bella dama te aguarda

y tú nunca volverás.


La luz del faro ahuyenta
por momentos su penar,
imagina entre las sombras,
a su valiente llegar.

No estés triste amada mía,
que ahora vivo bajo el mar.
Jamás olvidé tu sonrisa,
ni tu rostro de cristal.

EL último aliento fue tuyo,
un resplandor me lo trajo,
tus labios rozaron los míos,
y las aguas me abrazaron.

No tienes ya que esperarme
el barco no volverá,
mi vida quedó en la mar,
y allí he de regresar.

Entre la fría bruma,
el marinero marchó.
La dama quedó llorando,
a quien se llevó su amor.

Bajo la infinita noche,
arropada por luceros,
se adentró en las tibias aguas,
y se durmió bajo el cielo.

Si las estrellan hablaran,
entre ellas los oirías,
felices junto a la luna,
ya sin ninguna penuria.

Hoy caminan unidos,
sobre las constelaciones,
la mar unió sus penares,
y no volvió a separarles.



jueves, 8 de abril de 2010

POESÍA NEGRA 2ª PARTE

EL ESPEJO

Abrí la puerta
Y de frente la vi.
Quieta, callada, inmóvil,
como una estatua de cristal,
derritiéndose entre lágrimas.

Coge mi mano y se fuerte,
que no vean que te detienes.
Lucha pequeña ante ellos,
no pueden más destrozarte.

Fijó su mirada en la mía
y me dio miedo mirarla,
leí en sus ojos cansancio,
y en su llanto gran rencor.

¡Háblame! No enmudezcas,
grita que siente tú alma,
lanza tú odio a la vida
grita la ira que llevas.

Abrí la puerta y comprendí,
que mi reflejo estaba allí,
llorando en aquel rincón,
sola, sin protección.

Era yo, frente a ese espejo,
yo ante mis temores.
Cerré la puerta de golpe
me quedé quieta y callada
y no volví…
No volví nunca a mirarme.

NO PERDONO

Te miro y me das miedo,
Siento pasos acercarse y aún estás lejos,
desearía no estar aquí,
que la tierra se me abriera
y mi vida se desvaneciera.

Ausente contemplo tu rostro.
Hoy vi tu llanto,
y viste el mío.

Quería ser fuerte
y la impotencia ganó,
mis armas son vanas
ante tanto dolor.

Nunca podré perdonar
la herida que nos han hecho.
El odio ha enraizado.
Todo es abstracto,
absurdo y falso.
Si el silencio se oye,
he chillado entre las sombras.

No perdono, no,
y viviré junto a ello,
disfrazando mi sonrisa,
ocultando mi dolor.
Taparé mis cicatrices
siempre abiertas.
Fingiré que ya pasó
y mis llagas cubriré.

Ahora nos queda seguir.
Tú has cambiado,
la injusticia te ha hecho mella,
y aún te asfixias en preguntas,
que no puedo responder

A mí me queda la ira.
Reconstruir lo dañado,
construir otro camino,
sobrevivir,
levantar lo que se hundió.
Pero nunca olvidar.
Ni en mil vidas perdonar.