
Contemplo pasiva
el paso del tiempo
sobre el frío pasto
de tu enorme ausencia.
Rocé un segundo
la breve grandeza
que separa el clímax
del fango arenoso.
Si me equivoqué
quizás sea ya tarde
su círculo errante
no quiere soltarme.
La espiral de sueños
se ha dispersado
perdiendo deseos
que nunca llegaron.
Mueran en el llanto
lo que nunca hubo
aquellos reflejos
que no han brillado.
Y gira la vida
golpeando anhelos
truncando el camino
cada vez más duro
cada vez más negro.
