Cuando emprendemos el camino de ser padres, caminamos sobre nubes de alegría, parte de nosotros se escapa con ellos, reímos, sufrimos, lloramos y triunfamos por sus logros, pero lo más hermoso es admirarlos, sentir el orgullo, llenarnos de regocijo.
Mi hija, por quien el sol sale cada día, aunque el cielo esté bañado de incertidumbre y de gris. Su fuerza, las ansias por aprender, la belleza de su persona, su dulzura y madurez.
Amor de madre, si, pero ante todo, a quien más admiro en este cambiante mundo.
Mis pensativas -El bien y el mal 36#
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*Dibujo de mi autoría*
Buenos días estimados amigos.
Que tengáis una excelente semana
Abrazos!!!
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Que costoso es a veces equilibrar la balanza...
Hace 12 horas
Preciosos versos. Qué bonito es soñar, y soñar que sueño.
ResponderEliminarEnhorabuena, Printova. Me ha gustado mucho.
Yo hice un entrada en alusión a los sueños:
DÉJAME SOÑAR Y CREERME SUEÑO
(octubre - 2009)
Besos.
Que bonito es que te hagan una poesía y más si te la hace una persona querida. Aunque tú cuando creaste a Sara, ya hiciste tu mayor obra de arte...
ResponderEliminarYo cuando tenga los mios no sé que les voy a dedicar, les dedicaré un baile que es lo mejor que sé hacer.
Un besillo.
Sara, esa personita que un día llegó a mi vida y desde entonces todo gira alrededor de ella. Es tan especial que no una, si no muchas poesías la he dedicado, más sencillas cuando era más chiquita, claro, para que pudiera entenderlas. Recuerdo una que la escribí y tiene como oro en paño en su diario. Ya la pondré en el blog que seguro le hace mucha ilusión.
ResponderEliminarLo mejor que se les puede dedicar a los hijos es tiempo, tiempo para escucharlos, tiempo para jugar, tiempo para compartir, tiempo para quererlos...
Mil besos.